
Cuando casualmente tuve ocasión de referir a una muy estimada y joven colega, especialista en Obstetricia y Ginecología, el título dado a la Sección que gentilmente se me había concedido en la Revista Andalucía Médica, su espontaneo y sincero comentario no fue precisamente entusiástico; pero lo más importante del mismo consistió en lo que, más o menos conscientemente, me supo transmitir: Junto a una cierta perplejidad y extrañeza, -que intuí como la muy posible reacción inmediata del colectivo que representaba- un incierto futuro para la neonata Sección.
Gracias a los no por espontáneos, menos acertados y sinceros comentarios de mi joven colega, he creído necesario introducir este Preámbulo.
Pretendo contestar, al menos, dos interrogantes a las que puede dar lugar el referido título de la Sección, como: ¿Por qué ECOS y no otro término como encabezamiento? ¿Qué interés puede tener para la Medicina los conocimientos y las investigaciones Psicohistóricas?
Al utilizar el término ECOS he pretendido situar a la Psicohistoria en la que considero su auténtica dimensión en el campo médico.
Vista desde la perspectiva de la Medicina, a nadie se le escapa que el interés de la Ciencia Médica y de los médicos por la Psicohistoria es muy limitado. Precisamente por esto, me he servido de la palabra ECOS en la doble acepción (4. y 7.) que se recoge en nuestro Diccionario de la RAE: Como “sonido que se percibe débil y confuso” y/o como “rumor o noticia vaga de un suceso”. Podía haberme servido de otros términos como los de VOCES, e incluso PALABRAS, IDEAS y CONCEPTOS, los que por su mayor significación dimensional, he creído que se adecuaban menos a la referida faceta de la Psicohistoria en la Medicina. Si como pienso, comparto con mis futuros lectores la subordinación de los conocimientos psicohistóricos a los médicos, espero poder justificar ante ellos el uso del término ECOS como encabezamiento del título dado a esta sección.
Sin embargo, el ser subordinado no implica el carecer de interés para el subordinante, de ahí el auténtico sentido de esta Sección, basado en mi convencimiento de la utilidad e interés que para la Medicina y los médicos poseen los conocimientos extraídos de las investigaciones psicohistóricas.
De eso es de lo que tendremos que tratar en futuros comentarios, cuyo valor testimonial residirá, precisamente, en lo acertado y convincentes que resulten para ustedes.
14 de noviembre de 2018