- El Colegio de Médicos debate con agentes de salud y colectivos sociales y profesionales sobre el estado de la sanidad pública en la provincia
El discurso tantas veces oído sobre la mejora de la sanidad debe dotarse de realidad y ésta es una responsabilidad que compete a todos. El debate organizado por el Colegio de Médicos para analizar el estado de la sanidad pública en la provincia dejó mensajes coincidentes como éste, entre otros consensos como la necesidad de clarificar el modelo público de sanidad del que queremos dotarnos.
El presidente del Colegio de Médicos, Juan Antonio Repetto, definió en su bienvenida a los asistentes los términos de un debate “que ponga de manifiesto cuáles son las necesidades de nuestra provincia en materia de sanidad y del que saquemos conclusiones que sean útiles a los usuarios del sistema sanitario, que en definitiva somos todos”.

El delegado del COMCADIZ para la Bahía de Cádiz, Antonio Ares, fue el encargado de pautar un debate organizado en cuatro bloques temáticos, el primero de los cuales invitaba a distintos agentes de salud y colectivos sociales -administración sanitaria, Marea Blanca, Basta Ya, Sindicato Médico y FACUA- a reflexionar sobre la actual dotación de infraestructuras e instalaciones sanitarias y de recursos humanos y materiales. Antonio Ares, al plantear este primer aspecto, habló de “falta de recursos y de promover un Plan Renove adecuado a las necesidades de la población”. La Delegada Territorial de Salud y Familias, Isabel Paredes, se refirió al Plan de Infraestructuras 2020-2030 de la Junta de Andalucía, con el que la administración sanitaria aborda la necesidad de “acometer prioridades técnicas frente a prioridades políticas”. “Hemos visto -apuntó la Delegada de Salud- el déficit de profesionales que se nos van por las condiciones poco adecuadas y hemos puesto en marcha los contratos de larga duración en un proceso de fidelización de estos profesionales. Al mejorar sus condiciones laborales, mejoramos las condiciones de los pacientes”, reflexionó. Antonio Vergara, en representación de Marea Blanca, se refirió a la salud “como un derecho del ciudadano, que le da una gran responsabilidad al político y que en este momento no está garantizado”. En cuanto al sistema sanitario público, lamentó que “de ser un modelo para muchos países el y darnos el liderazgo por ser universal, gratuito y equitativo” haya perdido ese carácter de universalidad. Fernando Ramírez, en nombre de Basta Ya, describió una sanidad “que se ha ido deteriorando, fundamentalmente en atención primaria” y advirtió que “los medios materiales son importantes pero lo principal son las relaciones con los pacientes y es lo que estamos perdiendo. Es prioritario cuidar a los médicos, que se nos van” para sintetizar que “la principal infraestructura de la atención primaria es el tiempo y no lo tenemos”. Juan Benjumeda, por parte del Sindicato Médico, definió la existencia de “zonas sanitarias catastróficas” en la provincia debido a la falta de profesionales y de determinadas especialidades” aunque valoró que “los recursos humanos han ido mejorando pues estábamos mucho peor”. David Cifredo, como presidente de FACUA, hizo mención a un modelo sanitario público “que no se cumple por falta de recursos” y a una atención primaria de salud “olvidada, que prevenga y eduque”.
El segundo bloque planteó el debate en torno a las listas de espera o los cambios demográficos, así como una cartera de servicios “en continua revisión” y una demanda asistencial “cada vez más exigente de una población cada vez más informada”, en palabras del moderador Antonio Ares. En este punto, Isabel Paredes afirmó que “no se ha dado respuesta al envejecimiento de la población, lo que nos ha llevado a potenciar la atención primaria y los
servicios de proximidad y, a la vez, a una eficaz coordinación entre Consejerías”. “Los Colegios Profesionales están jugando en este aspecto un papel fundamental”, agradeció, para significar que “no jugamos a políticos sino a colaborar con todos los intervinientes del sistema”.
Para Antonio Vergara (Marea Blanca), “las listas de espera son el mayor problema del sistema. Gestionar la sanidad pública es muy difícil, por lo que defendemos una formación de gestores vía MIR, independientes y a favor de la pública”. Fernando Ramírez (Basta Ya) incitó a “no aceptar el discurso de que no hay médicos. Más allá del plan de choque contra las listas de espera, están creciendo muy poco los presupuestos, que es donde se aprecia la voluntad de los políticos de hacer realidad su discurso”. No obstante, precisó también que “no necesitamos hacerlo todo con más dinero” para lo que reivindicó “no solo crecer por crecer sino estimular a los profesionales y reestructurar servicios”.
Juan Benjumeda (Sindicato Médico) reclamó un “esfuerzo por abrir primero las plazas de zonas de difícil cobertura. Los tiempos por paciente no coinciden con los datos reales y no se sustituyen profesionales. No está abierto el filtro de la contratación”, consideró. David Cifredo (FACUA) definió el problema de las listas de espera como “estructural y dirigido” y abogó por “un sistema de reclamaciones que sirva como análisis del sistema y que le aporta calidad”. Fernando Ramírez recordó en este aspecto el Decálogo de Basta Ya, en el que esta plataforma se muestra contraria al contrato programa con criterios economicistas.

¿Está el sistema de salud preparado para afrontar el reto de las nuevas tecnologías y de las nuevas formas que tiene el usuario de salud de relacionarse con dicho sistema?
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